La cordobesa Celia Jiménez y la sevillana Loli Rincón organizan un showcooking en el marco de Andaluces Compartiendo Mujeres en la Gastronomía.
En el marco de la feria agroalimentaria de Andalucía Sabor, la iniciativa de RSC Andaluces Compartiendo ha organizado un showcooking donde las mujeres son las protagonistas, en este caso con la participación de Celia Jiménez (Restaurante Celia Jiménez) y Loli Rincón (Restaurante Manolo Mayo) que participarán en la zona de Sabor en Vivo.
En esta acción, en la que también se han involucrado marcas andaluzas como El Descansillo, ACESUR, Panadería Obando, USISA, Inés Rosales y La Espabilá; se elaborarán dos recetas tradicionales de la cocina de Andalucía y se harán dentro de la campaña de Responsabilidad Social que versa sobre la Igualdad de Género en el mundo de la Alta Cocina denominada “Mujeres en la Gastronomía”, organizado conjuntamente por Andaluces Compartiendo, iniciativa impulsada por la Fundación Cajasol y Landaluz, que une a las Marcas Andaluzas Solidarias, y Canal Sur.
A pesar de que la cocina ha sido un ámbito tradicionalmente reservado a las mujeres, lo que demuestra claramente el hecho de que la mayoría de los grandes jefes de cocina reconocen que sus mejores maestras fueron sus madres o abuelas, la alta cocina está protagonizada mayoritariamente por hombres.
Así, de los 195 restaurantes españoles con estrellas Michelin en 2018, sólo 18, lo que representa un exiguo 9,2%, tienen una chef al frente. Lo que ni tan siquiera es un fenómeno específico de España, ya que en la reconocida lista The world ‘s 50 best restaurants hay que esperar a la trigésima posición para encontrar a una cocinera.
Los estudios que han profundizado en las causas que justifican esta situación demuestran que la vida familiar es uno de los grandes frenos en la trayectoria profesional de las mujeres que deciden dedicarse a la restauración. Las dificultades son enormes porque la conciliación es casi imposible en un sector que tiene sus mayores picos de negocio en festivos, fines de semana y temporada alta.
Sin embargo, este panorama está empezando a cambiar, ya que cada vez son más las mujeres que lideran o contribuyen de manera esencial con su trabajo al éxito de restaurantes de reconocido prestigio, ya sea formando parte del equipo de cocina o el de sala. Así, ya no es posible ignorar la aportación de grandísimas cocineras que son conocidas por el gran público, como las españolas Carme Ruscalleda, al frente de su restaurante Sant Pau, o Elena Arzak, que ha logrado mantener el restaurante Arzak en lo más alto de la gastronomía nacional, ambas galardonadas con tres estrellas otorgadas por la Guía Michelín, una de las guías de hoteles y restaurantes más antiguas y prestigiosas de Europa; la francesa Anne Sophie-Pic, elegida mejor chef del mundo en 2012, la italiana Nadia Santini, que heredó la corona en 2013, o la estadounidense Anita Lo.